"Por eso la mayoría de los seres humanos vive tan irrealmente; porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría”
Herman Hesse.
Se dio cuenta que el amor era un sitio para huir. Un punto ciego donde nadie percibía que nunca fue feliz. Sin embargo cuidó de él, de los ataques exteriores y de los miedos que la circundaban. Intentó escapar, pero no lo hizo a cambio de creerse segura. Eligió las paredes, la manera sosegada de ver el mar desde la orilla, no supo de olas y desatendió el secreto de los caracoles. El mundo transcurrió por afuera de sus brazos. Sólo una tarde alcanzó a rozarlo aunque abandonó el ensayo por espanto. Pasaron los años y ella siguió ahí, como un árbol majestuoso que va perdiendo las hojas. No logró dibujar corazones sin que la mano le temblara, sin embargo, hizo malabares para no percibir el derrumbe.
Lo cierto es que un día lloró y ya no pudo detenerse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estoy totalmente de acuerdo con H.H., hay cosas que una vez has abierto los ojos no puedes volver a cerrarlos.
ResponderEliminarY pretenderlo como la prota del post suele llevar a todas esas lágrimas.
Besitos.
Cuando tu verdadero yo aparece, se le debe respetar...Creo que ese tipo de vida ilusoria es más común de lo que se piensa, pasan los años te miras al espejo, y ese reflejo te deriva a tu identidad. Lo terrible es constatar que se llevó una vida equivocada, y como bien terminas tu relato, comienza el llanto por lo no vivido.
ResponderEliminarUn beso.
La cita de Herman Hesse me recuerda al mito de la caverna de Platón: sólo vemos sombras y pensamos que esa es la verdadera realidad, mientras que lo real es lo que está detrás de esas sombras.
ResponderEliminarEspléndido el relato. Los sentimientos retraídos en conchas de caracol acaban saliendo tras una tarde lluviosa de lágrimas. La vida comienza cuando el llanto termina.
Tus metáforas son extraordinarias.
Mis felicitaciones. Un abrazo.
Muy buen relato. No sé donde está la realidad, a veces pienso que en los recuerdos que nos habitan, en las sensaciones que nos sacuden el alma, en ese verso que nos vuelve únicos o la mano de la persona que amás.
ResponderEliminarBeso
Estimada María Eugenia:
ResponderEliminarRelato lleno de poesía, esa imagen de los caracoles es un gran poema.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
¡BELLÍSIMO RELATO!...ASÍ ES, QUE LA VIDA SÓLO ES SUEÑO Y...LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON...
ResponderEliminares un lugar para refugiarse, pero como bien has dicho.. cuando empieza el dolor, no puede parar.
ResponderEliminarHay una vida entera en tus palabras; una vida entera.
ResponderEliminarUn verdadero placer leerte.
Mis saludos cordiales.
¡¡Gracias!!
Intenso texto.
ResponderEliminarComo tan intenso son las lagrimas que despejan después la mirada.
Un abrazo.
Maravilloso relato, María Eugenia...volví (es que había saltado en aquella evocación ;))lo cierto es que no se puede dejar de vivir.
ResponderEliminar(en mi blog, a un costadito, está la foto de la torre dónde me esperaba el príncipe cuando yo saltaba del tren)
Excelso vuestro Blog, de un nivel apenas alcanzable, leyendolo he tenido la misma sensación que se cita, una vez conocido "saltar del tren" el resto de blogs se siguen de otra manera.
ResponderEliminarMil besos.
Gracias por visitar el oscuro desván de mi memoria.
ResponderEliminarUna prosa llena de eficaz sencillez con un contenido veraz...el amor es quizá la cueva donde el ser humano mejro se amolda a una circunstancia nueva.
De tu tren no voy a saltar.
Saludos!
Muy buen relato. Me a gustado mucho leerte. Te dejo un beso y mis saludos, cuidate.
ResponderEliminarAthena
ResponderEliminarUna vez que descubres tu interior es difícil esconderlo, por algún lado se manifiesta.Hay que dejar que se exprese.
besos
Taty
De qué otra forma se puede vivir si no es siendo nosotros mismos...lo triste es como vos decís "constatar que se llevó una vida equivocada"
besos
Marisa
a partir de tu referencia conocí el mito de la caverna de Platón.
Con vos aprendo y sonrío y como si fuera poco disfruto de tu blog. Qué más puedo decirte?
Un placer tenerte.
Horacio
Yo tampoco sé donde está la realidad, lo importante es que no se pierdan las sensaciones.
besos
Frank
Los caracoles cuentan secretos de mar, ahí está la poesía.
Gracias por acercarte a mi tren.
un beso
Manuel
Qué razón tuvo Don Calderón!
Un abrazo
enrojecerse
cuando empieza el dolor hay que tomar decisiones para no seguir sufriendo. Lo bueno es que no renunciemos a nuestra esencia.
besos
Mistral
Una vida entera es demasiado para tirarla por la borda. Deberíamos tomar conciencia de ello.
besos
Cecy
con la misma intensidad que lloramos podemos volver a reir.
un abrazo
Ana
maravilloso es que hayas vuelto :)
Lo ideal es que no elijamos dejar de vivir, ni de soñar...
Pasé por tu torre, espero algún día oir esa historia.
Besos
Exhibicionista
entre tu exhibicionismo y mi salto espero que lleguemos a buen puerto.
Nos seguimos visitando.
un abrazo
Eurice
visitarte es un placer y en esa oscuridad se encuentra mucho contenido.
Te invito a que sigas viajando en mi tren.
besos
Poetiza
Gracias!!
Te mando un beso enorme
Ampararse en una aparente seguridad o calma, a la larga, se vuelve inseguro y tempestuoso para el alma. El corazón necesita de vuelos, de osadías e incluso de algunas heridas para seguir latiendo con fuerza.
ResponderEliminarIntenso relato
Besos
Alís
ResponderEliminarYa lo creo! El corazón necesita volar Y en ese vuelo pasan cosas profundas que nos hacen llorar, reir, disfrutar, pero por sobre todo crecer.
Un abrazo
Yo soy, deberías saberlo, por mucho que abandone la casa, caracol.
ResponderEliminarNo hay caracol sin concha.
Tómese la acepción de concha, al uso gallego que no argentino, pues difiere sobremanera.
José Alfonso
ResponderEliminarEs válida la aclaración pues hay un abismo entre un significado y otro.
Caracol que vuelve a su guarida :)
Besos
El miedo a involucrarse,a aceptar los riezgos, a perder lo que se cree tener, invita a seguir ahi, inmóvil y discapacitado de sentir como esperando que el tiempo actúe y mañana sea el dia de decir ahora. como en Esperando a godot, Al final de la obra, sus personajes siguen esperando a Godot que se esconde detras de la esperanza.
ResponderEliminarTarde las lagrimas para liberar.
Exelente texto !!! movilizador y simbólico; existencial. Invita a volver.
Besosvalientes
Me gustó mucho tu reflexión. Esa eterna excusa de postergar y esperar que el tiempo haga lo que uno no se atreve.
ResponderEliminarEsperando a Godot es una obra increíble la forma de transmitir las emociones de los personajes mientras esperan y se cansan y el cambio de emociones.
Gracias por tus palabras. Te invito a que vuelvas.
Besos de espera
Yo, fascinado. ¡Grandioso texto! (en mi humilde opinión)
ResponderEliminarEdgardo G.
ResponderEliminarYo, encantada de tu visita...
Hesse es estupendo abogada! Tenía tiempo sin pasar pues tuve días muy difíciles, pero hoy, me tienes poniéndome al tanto de tu epsacio y disfrutándolo infinititamente. Me encanta Hesse!!!!
ResponderEliminar