(…) cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir (…)
José Saramago
Me volví apresurada después de usted, entonces voy y vengo, vengo y voy, no me quedo quieta y busco mi espacio. Aunque sea dentro de casa o de mi misma, pero camino, cambio de rumbo o de estrategia, de calzado o de arterias.
Será porque no dejo de recordarla…
Me volví creyente después de sus ojos, ya no necesito mirar al cielo para creer en los ángeles hechos de nubes, como mis horas deshechas el día que la perdí. Al rato me miro al espejo como si fuera un mal entendido y por enésima vez pienso que no soy, entonces me acerco y con la mitad de mi misma toco el otro lado del espejo. Me veo tan velada pero a punto de romper el cristal usted aparece, y ahí sí, confirmo que se trata de mí. Eso no es bueno pero respiro, no es que ya no lo haga, respirar significa una especie de asombro incrustado en mi boca a modo de círculo cerrado, y aunque se que está muy mal reconocerme así, lo hago a partir de su imagen
Tomo una mujer por la espalda y la giro mientras pienso que es usted. Quisiera encontrarla como esas casualidades a la vuelta de una esquina. Es que está metida en mí al igual que esos barquitos artesanales dentro de las botellas. Eso me figuré, todo su cuerpo metido en un frasco de perfume y yo apretando el pulverizador para salvarla , entonces aparece un brazo, después otro, y ya con sus brazos afuera poder abrazarla y olerla, olerla y abrazarla, y cerrar los ojos para volver a olerla sin dejar de abrazarla. Y saber que esté donde esté yo soy su nieta, un pedazo de sus manos, algo parecida y distinta, y que la extraño, unos días mas y otros menos, pero siempre la extraño. Ojalá pudiera ver lo que hice de mí en este tiempo que no estuvo. Grandes logros y no tanto, macanas y cosas por las cuales se sentiría orgullosa. Y de la Rosa de los vientos como su nombre de flor, me queda el aroma y el espacio, su sonrisa y su mirada…su mano apretada, sus pecas esparcidas, sus ojos casi siempre verdes, y de nuevo su nieta que cada tanto aparece para recordarle, mi querida abuela, que tengo algo suyo que viaja por mi sangre, como un tren de carga y de paseo, como esos barcos pesqueros que arrojan sus redes al mar…
Y de aquellos versos de Lorca que usted recitaba, me queda su voz
...como el rumor de los caracoles de playa.
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Acabas de plantar una preciosa Rosa en ese texto, cuyo aroma viaja a los recuerdos que aman la propia savia que late por el corazón.
ResponderEliminarMuy bello homenaje.
Un beso, Mª Eugenia.
Marisa
Eliminarlos amores merecen homenajes, aromas, palabras...
un beso grande
NUnca pude disfrutar a ninguna abuela o abuelo; pero a leerte me digo si me hubiera servido conocerla y amarla para después extrañarla tanto como tú a tu abuela ¡qué trsite!
ResponderEliminarUn abrazo
El Drac
EliminarHoy es triste o mas bien se vive con nostalgia pero valió la pena conocerlos y disfrutarlos.
Un abrazo
Que preciosidad de texto. Seguro que en él se encontraría feliz tu abuela, que te recitaba a Lorca. Qué privilegio.
ResponderEliminarUn abrazo!!
El texto de Saramago, una joya.
Laura Uve
EliminarGracias !! Ojalá pueda leerlo desde el lugar donde se encuentre.
Un abrazote
Qué hermosa conversación con el alma. Gracias por hacer del tatido un puente al infinito. Besos.
ResponderEliminarElizabeth
EliminarSon puentes necesarios para conectarme con quienes ya no transitan mis días.
Besos
Me inspiró mucha ternura esta forma de recordar a la abuela...
ResponderEliminarMuy buen fin de semana
Myriam
EliminarEs la ternura que ella me inspiraba y me inspira...
Buena semana para vos.
Besos
Los latidos que no se apagarán nunca. Qué belleza!.
ResponderEliminarUn homenaje que estremece. Precioso.
Un abrazo
Milu
EliminarLos latidos y los recuerdos, las miradas y las sonrisas...
Un abrazo
M.E.:
ResponderEliminarEs muy bueno el texto.
Está muy bien escrito y se proyecta el sentimiento.
Me gustó mucho, te felicito.
Saludos.
D.
D.
EliminarMuy lindas tus palabras. Cuando escribe el corazón todo es más fácil.
Saludos
Fui con el texto, sintiendo ese aroma que emana un buen recuero, un sentimiento una voz, que marca el camino desde antes de darnos cuenta.
ResponderEliminarUn gran abrazo!
Cecy
Eliminar"...desde antes de darnos cuenta" como si algo nos invadiera antes de tomar conciencia. Una imagen muy bella.
Un abrazo grande !
dicen que siempre queda un olor a rosa de un alma bella
ResponderEliminarcamino roque
EliminarMe gusta pensar que es cierto.
UN beso
Luego de leerte me queda la sensación que hay demasiadas cosas por decirles a los seres vivos que amamos. Encantador recuerdo.
ResponderEliminarDaniel
EliminarDeberíamos expresarnos con mayor libertad y en forma más seguida. A veces perdemos de vista lo cotidiano.
Un beso
Hola, María. Precioso texto y me alegra mucho conocer tu blog con tantas buenas entradas para leer. Por cierto que yo viví un año y medio en Buenos Aires, en el barrio de Caballito. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarmiguel zueras
EliminarOjalá disfrutes del blog. Me gustaría saber más de tu paso por Buenos Aires :)
Un abrazo
absolutamente delicioso, emotivo relato.
ResponderEliminary de una imaginación maravillosa.
besos*
Rayuela
EliminarSi de imaginación se trata...mi abuela me contaba tantas historias...
Besitos
Qué maravilla haber tenido una abuela que recitaba a Lorca, a la que quieres parecerte y en la que te reconoces en varias cosas...
ResponderEliminar¡Cuánta extrañeza en tu sentir! Y lo dices de una forma tan inusitada que parece magia pura, como si en la imagen de nuestro espejo se representase la figura de tu abuela y, en pequeñito, en su interior, la tuya.
Abrazarla y olerla, ¡seguro que puedes¡
Que las redes que eches al mar tengan destellos de plata, como el cabello de ella.
Mafalda
EliminarEs cierto, una verdadera maravilla. Recitaba a Lorca, me enseñaba dichos, trabalenguas...
Los recuerdos salen en forma de espejos, aromas, playas desiertas,peces de colores...
Un fuerte abrazo
Hola vengo a decirte, que nuestro amigo André de Artabro está hospitalizado y le están haciendo pruebas, no sabemos que le pasa, pero se encuentra muy animado. En su blog le estamos dando fuerzas, ánimo y apoyo.
ResponderEliminarUn saludo.
ion-laos
EliminarAhí estaré para sumar fuerzas. André es una dulzura. Gracias por avisar de lo sucedido.
Un relato muy emotivo y bello, uno camina con los recuerdos.
ResponderEliminarBeso grande
Horacio
EliminarGracias! Los recuerdos nos sostienen mientras hacen de nosostros lo que somos.
Un abrazo
hermoso, un relato mágico y lleno de imagenes lindas, esos ángeles de nube, esos barcos embotellados, el perfume, ese abrazo...
ResponderEliminarque se yo, los abuelos tienen ese "algo" que los hace inolvidables ¿no?
y nos hacen brillar los ojos al evocarlos, desde donde estén
...la verdad muy emotivo
y la cita del comienzo es bellisima
un placer leerte
beso!
:)
Charlie
EliminarUn placer visitarte y recibir tu visita.
Es cierto, los abuelos tienen ese "algo" muy parecido a la ternura y a la sabiduría. Me alegra que te gustara.
Te mando un beso enorme
Hermoso recuerdo de la abuela. Esas palabras de Saramago realmente expresan que el mundo es bello pero muchos al parecer no se dan cuenta y en vez de amarlo... hacen lo contrario. Saludos.
ResponderEliminarDavid
EliminarDeberíamos empezar a creer que la vida es finita, valorar más a los afectos y poder expresarlo.
Saramago...uff
Un beso
¿Vos sos la escritora de la prosa, María Eugenia?... si es así, mis felicitaciones.
ResponderEliminarMiguel
EliminarSí, es mía la prosa...gracias.
Justo estaba leyendo "cartas para vos"
Un beso
Intenté comentarte en ocasiones anteriores sin éxito y por fin blogger se decide a permitirmelo. Estuve casi ocho meses offline, entrando esporádicamente a la red y al regresar mi lista de blogs favoritos había perdido un sinnúmero de enlaces. Los enlaces aarecen y desaparecen y mi escaso conocimiento cibernético me deja a expensas de tales fallas. Me alegra poder saludarte y disculparme por la ausencia involuntaria. Bolín y yo te estamos muy agradecidos por tu simpatía Euge. Sobre tu entrada, que ya había leído como te mencioné antes, es emotiva y tierna, casi como sentir de nuevo al abuelo columpiandome en sus suaves brazos. Besos amiga querida.
ResponderEliminarElizableth
EliminarBienvenida luego de tantos meses de ausencia. Es muy grato volver a tener noticias tuyas. Espero que te encuentres bien.
Un beso enooorme para ambos.
Que belleza, que desconsuelo, cuanto amor hay en esta entrada y todo lo bello, todo lo humano que en ella habitaba reside ahora en ti.
ResponderEliminarUn beso enorme
Pulgares arriba
Calixta Occam
EliminarSería un honor haber heredado algo de mi abuela. Era un ser mágico.
Un beso enorme para vos
¡vaya tela! como se dice aquí...solo por leerlo tu abuelita debería volver a este mundo y sentirse orgullosa de la huella que ha dejado en su nieta..bss
ResponderEliminarsemilla
Eliminarentonces lo voy a leer todos los días en voz muy bajita para que ella me oiga :)
Un fuerte abrazo
No se un texto sino un homenaje a mil detalles.
ResponderEliminarEs precioso, por todo lo que no dice.
Besos
mientrasleo
Eliminarfueron esos tantos detalles los que la hicieron única. Por eso mi homenaje constante a mi adorada abuela Rosa.
Besitos
El tiempo viaja a través de la sangre, somos masa heredada, fibra obsequiada...
ResponderEliminaranuar
Eliminarla sangre transporta toda la herencia de nuestres seres amados...
besoss
Y lo he intentado, pero mis ojos no han obedecido y han hecho que de ellos salieran lágrimas de amor con el nombre de la mía...Flora, mi abuela Flora, tan bella como la tuya.
ResponderEliminarBesos
Ana
Ana
EliminarLas abuelas...que hermoso es recordarlas.Flora y Rosa, dos nombres emparentados con la naturaleza...y que lindo suenan!!!
Gracias por venir a visitarme porque así tengo el honor de leer tus preciosas palabras.
ResponderEliminarNo tuve abuela y gracias a ti he tenido un trozo de la tuya, es precioso lo que le escribistes, ojalá algun dia un nieto me recuerde como tu la recuerdas a ella.
UN BESAZO GRANDE Y GRACIAS.
LOLI
EliminarMe alegra haberte transmitido el sentimiento. Seguramente tus nietos podrán percibir tu sensibilidad y plasmarla en algún lado o de alguna manera.
Un besote