23 de julio de 2011

Cuántas palabras, cuántas nomenclaturas para un mismo desconcierto. A veces me convenzo de que la estupidez se llama triángulo, de que ocho por ocho es la locura o un perro.

Julio Cortázar



Como juntar los pájaros del suelo,
Como enderezar las vueltas de esquina
Como animar la pasión de los gritos sagrados
Como beber de golpe un vaso de espinas
Como curar el rincón de mis noches heridas
Como el porque de tu boca habitada
Como una lengua que hocica de frío
Como la orilla de un barco encallado
Como el aliento de un celo agitado
Como olvidar de que se trata
Como borrón y cuenta nueva
Como ese deseo que muere de ganas
Como esos olvidos que aprietan gargantas
Como esos modales que nunca castigan
Como esa bohemia de sueños dormidos
Como robarle el viento a las trompetas
Como silenciar una orquesta
Como una noche patear el tablero
Como seducir a la reina sin rozar a las damas
Como salvar a los peces del mar muerto
Como pintar con aviones el cielo
Como si la mancha fuera un juego
Como una condena que tiembla de miedo
Como trepar de costado con ojos de gata
Como rendirse a los pies de la cama
Como enterrar la memoria debajo de un àrbol



Como si la vida no fuera otra cosa que el humo de ese café caliente que nos espera cada noche o cada mañana.