20 de enero de 2012

(…) cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir (…)

José Saramago



Me volví apresurada después de usted, entonces voy y vengo, vengo y voy, no me quedo quieta y busco mi espacio. Aunque sea dentro de casa o de mi misma, pero camino, cambio de rumbo o de estrategia, de calzado o de arterias.
Será porque no dejo de recordarla…
Me volví creyente después de sus ojos, ya no necesito mirar al cielo para creer en los ángeles hechos de nubes, como mis horas deshechas el día que la perdí. Al rato me miro al espejo como si fuera un mal entendido y por enésima vez pienso que no soy, entonces me acerco y con la mitad de mi misma toco el otro lado del espejo. Me veo tan velada pero a punto de romper el cristal usted aparece, y ahí sí, confirmo que se trata de mí. Eso no es bueno pero respiro, no es que ya no lo haga, respirar significa una especie de asombro incrustado en mi boca a modo de círculo cerrado, y aunque se que está muy mal reconocerme así, lo hago a partir de su imagen
Tomo una mujer por la espalda y la giro mientras pienso que es usted. Quisiera encontrarla como esas casualidades a la vuelta de una esquina. Es que está metida en mí al igual que esos barquitos artesanales dentro de las botellas. Eso me figuré, todo su cuerpo metido en un frasco de perfume y yo apretando el pulverizador para salvarla , entonces aparece un brazo, después otro, y ya con sus brazos afuera poder abrazarla y olerla, olerla y abrazarla, y cerrar los ojos para volver a olerla sin dejar de abrazarla. Y saber que esté donde esté yo soy su nieta, un pedazo de sus manos, algo parecida y distinta, y que la extraño, unos días mas y otros menos, pero siempre la extraño. Ojalá pudiera ver lo que hice de mí en este tiempo que no estuvo. Grandes logros y no tanto, macanas y cosas por las cuales se sentiría orgullosa. Y de la Rosa de los vientos como su nombre de flor, me queda el aroma y el espacio, su sonrisa y su mirada…su mano apretada, sus pecas esparcidas, sus ojos casi siempre verdes, y de nuevo su nieta que cada tanto aparece para recordarle, mi querida abuela, que tengo algo suyo que viaja por mi sangre, como un tren de carga y de paseo, como esos barcos pesqueros que arrojan sus redes al mar…



Y de aquellos versos de Lorca que usted recitaba, me queda su voz

...como el rumor de los caracoles de playa.



3 de enero de 2012

"La carga de este mundo es demasiado grande para que la soporte un solo hombre y el dolor del mundo es demasiado para que lo sufra un solo corazón"

Oscar Wilde

Le gusta recortar imágenes, contornos de historias que comienzan y a través de una lente, fraccionar al mundo como a un rompecabezas. Le gusta mirar las estrellas y apuesta a que un día podrá decir sus nombres sin equivocarse. Ella sabe que el cielo es su tierra invertida y que una noche rescatará pedazos de su historia. Su mirada es suave y cristalina como el fondo de un frasco con miel. Está hecha de llanto, de puños que apretaron sus venas hasta decolorarlas, y aún así, sacó un crayón de su manga para volver a pintarse de rojo…
Supo que nada es para siempre, que a veces es mejor no decir tanto y que cuando el miedo es un mar infinito hay que empezar a nadar.
Han sobrado habitaciones en sus ojos, ha construido trincheras, y en medio de la lluvia aprendió a caminar las tormentas.
A su conocimiento le agregó belleza, a su belleza corazón, a su corazón entereza, a su entereza constancia.

y aprendió a reir, a jugar, a volar…
a pesar de las paredes que la separan del viento, de los papeles amontonados, de las horas en exceso de trabajo…


Y yo la miro, sabiendo que bajo sus brazos se podría descansar como a la sombra de un árbol de almendras…