14 de enero de 2010

MUERTE POR ENCARGO

Ya lo dijo Cali una tarde: “nada volvió a ser gracioso desde aquel episodio”, es cierto, pero decidimos seguir, como si fuéramos un tren de carga obligado a permanecer en las vías… “de la extinción”, agregaría Cali
Cali era de esos tipos q te dejaban pensando en lo mal q estás haciendo todo.
La noche que habíamos decidido matar a Tracy fue de común acuerdo, esas cosas se olvidan a la hora de encontrar un culpable, como si la culpabilidad fuera indivisible y no hubiera más opciones que acumular toda la responsabilidad de un solo lado. Obviamente que el autor material era yo, quién más, si en definitiva el que había empuñado el arma, apuntado y apretado el gatillo no había sido otro mas que yo. Pero ¿qué pasa con esa teoría del autor intelectual?, ¿de la responsabilidad compartida?, en definitiva la idea no había sido mía, yo no tenia pensamientos tan macabros, yo solamente realicé la ejecución como un niño obediente que no le dan los pantalones para contradecir una orden, sobre todo, porque Marta me convenció de que era un buen gesto y que si no lo hacía me sentiría muy mal. Ahora pienso que tal vez podríamos haber hecho las cosas de otra forma y evitar ese cuento retorcido de la conciencia.
La noche que ella se acostó con otro, también terminé siendo yo el culpable y hasta me sentí mal por no haberle prestado la suficiente atención. En esa oportunidad Cali me dijo “Sos un pelotudo, ¿no ves que te metió los cuernos?” “pobre Marta” dije, mira lo que le hice, la descuidé, y Cali no tuvo más remedio que guardar silencio.
Con el tiempo me di cuenta de que Cali era, además de un amigo, un sabio. Yo no estaba preparado para aceptar que mi esposa me fuera infiel, pero bueno, son cosas que suceden. Ahora lo que no le iba a permitir es que me tratara de asesino, la perra se estaba muriendo, ella me lo pidió.
Acababa de pisar a Tracy con el auto.
Marta tenía esas cosas, me pregunto si serán comunes a todas las mujeres, yo no había conocido muchas, estaba con ella desde mi fiesta de egresados y en el colegio tampoco había tanto para elegir. Es triste pensar que me quedé con Marta por que no había demasiado para elegir, como si ella hubiera sido el mal menor, pero es cierto.
Ahora es fácil decirlo, pero en ese momento yo la amaba o no la amaba pero creía que la amaba y para el caso es lo mismo… Lo cierto es que Tracy estaba muerta, Marta me lo había pedido, yo la había sacrificado pero ella la había pisado con el auto. La vida es injusta, todo se complica cuando llegas a ciertos límites. Tu mujer te pide cosas que al instante ya no desea, vos te cuestionás lo que tenés y el resto te juzga o se calla pero nunca te da una mano.
Como diría Cali “si nunca vamos a ser felices por lo menos emborrachémonos cada tanto”…y ahí nomás destapamos una botella de vino.

9 comentarios:

  1. hola, quería decirte que me encanta como está escrito. La historia es muy cruda y a la vez muy interesante. Siempre juzgar es muy fácil hasta que uno es el juzgado, recién ahí se empieza a pensar en los paliativos.

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  2. EXCELENTE, ES POCO... POQUÍSIMO

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  3. Me encanto! esperamos seguir disfrutando de tus escritos.
    y ahora destapemos una botella de vino.

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  4. Y cuando me reconfortan con otro escrito?????!!!!!!!!

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  5. anónimo, gracias por el comentario
    pipimax, esto es el comienzo, iremos por más
    tucho, a tu salud! La casa invita

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  6. muy bueno!!!
    lo disfruté...me hizo viajar un ratito... fue como asomarse a un extraño mundo en el que jamás viviría. Intenso y fugaz...gracias.
    para cuando la novela????

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  7. Quiero hablar de Auster...creo que nos gusta porque tiene mucho que ver con Borges. Si hay una línea para revisar sus antecedentes literarios (o influencias) creo que es esa. Si Borges hubiese escrito novelas serían parecidas a las de paul auster,creo. Hay una reflexión constante sobre temas universales y un planteo que se puede considerar, en algunos casos, filosófico. Además, es un autor que mezcla la narrativa moderna (con Poe, por ej, como antecedente) con la posmoderna, donde muchas veces plantea la imposibilidad de la ficción (o también podría decirse "las infinitas posibilidades de la ficción"). Ahí es donde su literatura se vuelve autoreferencial y a mi...¡me encanta!. Hay que leer lo último de auster: Invisible creo que se llama. Saludos y felicitaciones por el blog!!!!!!

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  8. podrias descorchar otra...brindo por tanta cosecha Tuzzz! je
    besosentuzzojos

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  9. que buen final le das a la historia.

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