Era una niña, luego una mujer, siempre de hombros pequeños, sueños abultados, espíritu complejo y manos vacías,
Podría haber roto con el rigor o quedarse allí, eso la definiría por el resto de su vida. De eso estaría hecha, como la madera de los árboles. Pese a todo optó por la reverencia. Tuvo la oportunidad de enmendar su historia, pero no quiso provocaciones. Permaneció como los topos, oculta en su madriguera, y al ver la luz, no supo de qué se trataba. Murió de vieja y de tristeza, con deseos de pecar, con intenciones de palpar algún marinero de puerto o algún peón. Murió con la piel intacta, los pechos sin huellas, las piernas selladas, la boca cerrada.
Es muy pero muy lindo. Cada vez me deslumbrás más. No dejes de escribir porfis...
ResponderEliminargracias pipimax por el apoyo :)
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